NUEVA INICIATIVA DE O CUMO. EL MOLINO DE OLIVÁN

Oliván, 16 de junio de 2021

Tras estos aciagos meses en los que ha sido casi imposible realizar alguna actividad, ni siquiera juntarnos a charlar, retomamos poco a poco el pulso y ya estamos pensando en llevar a cabo alguna de nuestras tradicionales propuestas en este año 2021. Como aperitivo, el pasado sábado, 29 de mayo,  nos juntamos unos cuantos socios con la intención de averiguar la localización y el estado de un antiguo molino, en el mismo núcleo de Oliván, del que se tenía noticia, pero que había desaparecido tras la maleza y el olvido.

Armados con los útiles adecuados y un buen almuerzo nos dirigimos al paraje indicado por los antiguos del lugar y, tras más de cuatro horas de duro trabajo, dimos y descubrimos las ruinas del antiguo molino harinero de Oliván. El acontecimiento nos parece importante, ya que confirma la existencia de este molino del que sólo se tenían vagas noticias y nos retrotrae a un tiempo en el que la densidad poblacional de la zona condujo a la construcción de esta infraestructura. Es posible también que este molino diera servicio no sólo al núcleo de Oliván, sino también a otros pueblos como Susín, Casbas o Berbusa. Se da la circunstancia de que, sobre este “pequeño” barranco de Oliván se localizan hasta tres antiguos molinos con este recién localizado.

En cuanto al molino en sí, o a lo poco que queda de él, podemos afirmar en este momento, siguiendo la clasificación de Pallaruelo en su “Los molinos del Alto Aragón”, que se trataba de un molino harinero (para moler cereales), hidráulico (utiliza la fuerza del agua) y de “rodete” horizontal (es decir, de eje vertical). Los restos de esta infraestructura permiten todavía apreciar algunos de los elementos fundamentales de lo que constituye un molino antiguo en tierras del alto Aragón.

Lo que más llama la atención es el cárcavo, que se mantiene casi completo. Se trata de una bóveda de medio cañón en la parte más baja del molino, casi enterrada. De su techo colgaban unos cuantos murciélagos el día de la visita. En el cárcavo se ubicaba el rodete (hoy desaparecido), rueda horizontal con numerosos álabes que recibían en impulso del agua y hacían girar el eje vertical que atravesaba el techo del cárcavo. También pueden apreciarse el orificio por el que debía llegar el agua, otro orificio para el aliviador o aliviadero (mecanismo para subir o bajar un poco el rodete, eje y muela y variar el espacio que queda entre la muela fija y la que rueda) y, arriba en el techo del cárcavo, un tercer orificio en el que se adivina lo que parece ser una muela fija y el engranaje del eje vertical del rodete.

Otro de los elementos fácilmente identificables es la balsa. Esta se usaba tanto para acumular el agua como para conseguir mayor presión en la salida del agua hacia el rodete. Los restos permiten apreciar la balsa en su totalidad, con una parte, la más cercana al cárcavo, de sillería de piedra y el resto con taludes de tierra apisonada. Llaman la atención, en la pared de piedra, una especie de ventanas ciegas cuya utilidad ahora se nos escapa.

Y de momento, nada más. Queda faena de limpieza por hacer y es posible que encontremos algún elemento más que nos ayude a caracterizar esta reliquia del pasado. Nos ponemos a partir de ahora en manos de los expertos para que nos guíen en los trabajos a emprender, entre los que incluiremos un panel explicativo de la historia y características de molinos como este de Oliván.

La Junta

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